10 cosas que hacer en Ámsterdam
La capital holandesa es uno de los destinos turísticos elegidos por gran cantidad viajeros debido su belleza, su historia y su carácter abierto y cosmopolita. La ciudad, que se encuentra situada a orillas del río Amstel y cruzada por multitud de canales, tiene un el agua parte de su esencia y es que está presente en cada rincón. Entre tantas opciones interesantes, vamos a intentar enumerarte en esta lista las 10 cosas que debes hacer en Ámsterdam para que la disfrutes al máximo.
1. Pasear en bici
Este medio de locomoción es el preferido de sus habitantes, pero también para gran parte de los turistas, que ven esta alternativa como rápida, ecológica y segura. Holanda es uno de los países más bicifriendly del mundo ya que su orografía es muy plana y porque los carriles bicis están por todas partes, lo que hace la experiencia más segura. Según datos del 2014, se estima que en la ciudad de Ámsterdam hay ya más bicicletas que habitantes y que más de 12.000 acaban cada año en los canales así que, si te decides por este medio de transporte mira bien por donde vas.
2. Visitar la Casa de Ana Frank
Durante la II Guerra Mundial, la persecución hacia el pueblo judío y otras minorías llevó a millones de personas a esconderse en los lugares más insospechados con el fin de salvar sus vidas. El caso de la familia Frank es uno de los muchos que se dieron en gran parte de la Europa ocupada. Sin embargo, gracias a un diario que la pequeña de la familia escribió durante su cautiverio en el desván de la casa que ahora ocupa su museo, hoy en día conocemos la vida de esta joven que se convirtió con el tiempo en un símbolo del holocausto judío.
3. Contemplar a las obras maestras del Rijksmuseum
La pintura holandesa cuenta con grandes maestros del arte universal y como no puede ser de otra manera, su Museo Nacional posee una rica colección de obras de sus principales autores que merecen ser contempladas. Hablamos de obras maestras como La lechera de Vermeer, la Ronda de noche de Rembrandt o el autorretrato de Van Gogh entre otras muchas.
4. Hacerse una foto con las letras gigantes de IAmsterdam
Ubicadas en el Museumplein, a espaldas del Rijksmuseum, este gran cartel tridimensional que juega con las palabras “I” (“yo” en inglés), “am” (“soy “en inglés) y el nombre de la ciudad, es uno de los eslóganes de Ámsterdam y uno de los puntos más fotografiados de la urbe. Eso sí, ten paciencia si quieres hacerte la foto ya que cientos de turistas querrán hacer lo mismo.
5. Visitar el Museo Van Gogh
El maestro postimpresionista holandés es uno de los personajes más ilustres de la historia del país, por lo que, como no podía ser menos, cuenta con un museo dedicado a su persona, donde podrás realizar todo un recorrido a lo largo de su vida y obra que te permitirá comprender la evolución de esta figura esencial del arte universal.
6. Comprar tulipanes en el Bloemenmarkt
Si quieres llevarte, o llevar a alguien, un recuerdo original y ecológico, la mejor opción es que te pases por este mercado de flores y bulbos donde encontrarás multitud de plantas que se crían en los campos holandeses, entre los que destacan los tulipanes, uno de los emblemas del país.
7. Dejarte deslumbrar por el brillo de los diamantes
Conocida como la ciudad de los diamantes, la relación de Ámsterdam con esta piedra preciosa se remonta varios siglos atrás debido a la importancia comercial de la ciudad. En sus talleres, se han tallado los más importantes diamantes del mundo y tal es la vinculación con este material que cuenta con su propio museo, eso sí, la tienda de regalos no es apta para todos los bolsillos.
8. Hacerte un selfie con un tradicional molino holandés
Si Don Quijote viajase por estas tierras también encontraría lucha con lo que para él eran temidos gigantes y es que otro de los símbolos de Holanda son precisamente los molinos de viento. Sin embargo, estos molinos son algo diferentes a los manchegos a los que estamos acostumbrados, por ello, es una buena idea acercarse hasta el De Gooyer, situado en un tranquilo barrio a las afueras de Ámsterdam, junto a la fábrica de cervezas ecológicas Brouwerij´t ij, donde aún pueden degustarse sus productos acompañados de algo de picoteo.
9. Navegar por sus canales
Si la bicicleta es uno de los principales medios de locomoción y teniendo en cuenta el complejo entramado de canales, el barco no podía ser menos importante en esta ciudad. Aunque puedes encontrar empresas de cruceros fluviales que pueden facilitarte una panorámica diferente de la ciudad, la mejor opción es conocer a algún ciudadano que tenga su propio barco y te invite a disfrutar de un picnic en los canales.
10. Comprar antigüedades en Waterlooplein
De lunes a sábado, esta céntrica plaza es escenario de un mercadillo de antigüedades muy frecuentado por turistas en busca de gangas así que, si lo tuyo no son los bulbos, esta puede ser otra buena opción de encontrar un recuerdo diferente. Desde cajas de metal antiguas hasta ropa vintage, en sus más de 300 puestos podrás encontrar todo tipo de objetos que harán las delicias de los amantes de lo retro.
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