¿Qué es un despido improcedente?
Reclamar por despido injusto
Reclamar por despido injusto
¿Qué es un despido improcedente?
La definición de despido improcedente es muy sencilla: será improcedente todo aquel despido que se realice sin que concurran las causas o motivos por los que la ley autoriza a despedir, o bien si no se cumplen los requisitos formales que se exigen al realizar el despido.
A continuación examinamos más en detalle los motivos por los que un despido puede ser declarado improcedente.
Causas del despido improcedente
Como decíamos en el punto anterior, existen dos posibilidades por las que podrías considerar tu despido como improcedente:
- En primer lugar, si no se dan los motivos justificados por los que la ley permite el despido. En este sentido, para que se tratase de un despido procedente, según el Estatuto de los Trabajadores, debería darse alguno de los siguientes casos:
- En segundo lugar, el despido también será improcedente si no se cumplen las obligaciones formales que exige la ley en el momento de despedir. En este sentido, la empresa debe notificarte el despido por escrito, indicando las causas que lo motivan y la fecha a partir de la cual tendrá efecto.
Ten en cuenta que, si concurren causas justificadas, podrían incluso despedirte estando de baja.
¿Cómo actuar frente a un despido improcedente?
En consecuencia, si te encuentras frente a un despido disciplinario improcedente, no concurren motivos de despido justificado o se incumplen las obligaciones formales, es posible plantear una reclamación por despido, como ahora veremos.
El primer paso que debes dar ante un posible despido improcedente es presentar una papeleta de conciliación ante el servicio correspondiente de tu comunidad autónoma. Con este acto de conciliación se trata de intentar llegar a un acuerdo antes de recurrir a la demanda por despido.
Puedes presentar esta papeleta de conciliación en el plazo de veinte días hábiles a contar desde la notificación del despido.
Si no se logra alcanzar un acuerdo en este acto, podrás ya proceder a presentar la demanda por despido en vía judicial, dentro del mismo plazo de veinte días (que se interrumpe durante la tramitación de la conciliación).
Aunque legalmente no se exige, es muy recomendable que cuentes con la ayuda de un abogado laboral para defenderte durante el procedimiento judicial.
Consecuencias del despido improcedente
Si, finalmente, el juez te da la razón y declara el despido como improcedente por vulneración de los derechos del trabajador, el empresario tiene dos opciones:
- Readmitirte en tu puesto de trabajo, pagándote además los salarios que hayas dejado de percibir durante la tramitación de tu reclamación por despido.
- Indemnizarte conforme a la ley, con extinción del contrato de trabajo.
La empresa deberá optar por una de estas dos posibilidades en el plazo de cinco días desde la notificación de la sentencia. En caso de no pronunciarse, se entiende que procede la readmisión del trabajador.
Indemnización por despido improcedente
Según el artículo 56.1 del Estatuto de los Trabajadores, la indemnización por despido improcedente equivale a treinta y tres días de salario por año de servicio, prorrateándose por meses los periodos de tiempo inferiores a un año, hasta un máximo de veinticuatro mensualidades.
No obstante, si hubieses firmado el contrato con anterioridad al 21 de febrero de 2012, la indemnización será de 45 días por año trabajado.
Como puedes ver, la definición de qué es un despido improcedente está bastante clara en nuestra legislación. Sin embargo, en la práctica siempre pueden surgir dudas o diferencias interpretativas que deban resolverse en vía judicial. Por este motivo, es recomendable que cuentes con un profesional en el ámbito de la defensa laboral para asesorarte durante todo el procedimiento.
Y, recuerda, ante cualquier duda sobre la indemnización, el Seguro de Defensa Jurídica de Allianz Assistance incluye asesoría laboral ilimitada.