A la gente pesarosa, que se suele agobiar por todo, se le suele decir “más se perdió en Cuba” para hacerle ver que sus problemas quizá no sean tan graves como los están haciendo parecer. Algunos añaden incluso la coletilla de “y vinieron silbando” para destacar que incluso de los momentos más duros en los que parece que todo está en contra, se puede sacar una sonrisa y cambiar el punto de vista.
El origen de esta frase esconde como no podría ser de otro modo, uno de los episodios más oscuros de la historia de España y quizá el más triste de aquellos últimos años del Imperio Español de ultramar que vio extinguir sus últimas cenizas en las costas de Cuba y posteriormente en Marruecos.