Según el Centro Virtual del Instituto Cervantes, “se emplea cuando se presenta inesperadamente la persona de la que se está hablando”. Además, esta entidad afirma que es de uso actual y que suele citarse solamente la primera parte, es decir, "hablando del rey de Roma”. Como variantes, el Cervantes aporta, entre otras muchas, “hablando del rey de Roma, y la nariz/la cabeza asoma” (de uso en Puerto Rico) o “hablando del rey de Roma, y él que se asoma” (de uso en Colombia, Honduras, México, Costa Rica y Guatemala) o “al ruin de Roma, en mentándole, luego asoma”. Es precisamente esta última forma la más próxima a la forma original ya que, al principio, se utilizaba la palabra “ruin” en lugar de “rey” y se refería al Papa de Roma.
La expresión hace referencia al periodo en el que los papas se trasladaron a la ciudad francesa de Aviñón durante el siglo XIV. En esta época, el papado no pasaba por su mejor momento de popularidad debido en gran parte al gran poder que acumulaba y por ello, al cabeza de la iglesia romana se le denominaba el “ruin de Roma”. Con el tiempo, la palabra “ruin” terminó cambiándose en algunos lugares por la palabra “rey”, aunque como hemos podido ver eso ha pasado en España, pero no así en otros muchos lugares de Latinoamérica, donde se conserva la palabra original.
Existen variantes de esta expresión que sin tener el mismo origen hacen referencia al mismo hecho de hablar de alguien y que aparezca en escena. En algunos idiomas hacen referencia al diablo como en italiano, donde la expresión traducida sería “se habla del diablo y aparecen los cuernos”, en portugués “hablando del diablo, aparece su rabo” o en inglés donde el dicho sería “hablando del diablo y se ha manifestado”. En otros idiomas hace referencia al lobo, en lugar de ruin o diablo como son en euskera “donde se menciona al lobo, allí que aparece” o en francés donde sería “cuando hablamos del lobo, vemos la cola”.