La idea de viajar a Estados Unidos es recurrente. El país conformado por un centenar de estados despierta el interés de miles de turistas que, atraídos por sus famosos Parques Nacionales, ciudades de película, multiculturalidad y opciones para todos los gustos, no dudan en cruzar el charco. De entre los muchos atractivos americanos, su capital, Washington D.C. es uno de los más populares.
Enclavada en el Distrito de Columbia y rodeada por los estados de Virginia y Maryland, la ciudad es una parada obligada para todo aquel que tenga en mente una ruta por la costa este norteamericana. Eso sí, antes de poner un pie en la capital estadounidense abandona cualquier idea preconcebida. ¿El motivo? Está lejos de ser una capital típica. De hecho, tiene el tamaño perfecto para poder visitarla en una o dos días sin problemas y tampoco está tan masificada como otras capitales.
¿No sabes por dónde empezar? Para empezar no está de más conocer los requisitos para viajar a EEUU y contratar un buen seguro de viaje que aporte tranquilidad a tus vacaciones. A partir de ahí, te proponemos una pequeña
¿Sabías que la capital de Estados Unidos apenas tiene dos siglos de historia? ¿Que su nombre es un homenaje al que fuera presidente del país? ¿O que comparte denominación con un estado homónimo al noroeste de EEUU? Washington DC esconde muchos atractivos, desde afamados monumentos que ver hasta todo tipo de planes que hacer con los que, a buen seguro, sacarás partido a tu viaje.
¿Lo mejor? Muchos de sus monumentos están ubicados en el llamado National Mall, una explanada entre el icónico monumento de Abraham Lincoln y el Capitolio que no puedes dejar de recorrer. ¿Empezamos?
Nadie puede negar que la Casa Blanca es uno de los reclamos de Washington DC, no en vano, es residencia oficial y centro de operaciones del presidente americano. Fue el propio George Washington quien encargó su construcción allá por 1790. Eso sí, no esperes demasiado porque la verás a una distancia considerable aunque la mera contemplación de sus 5100 metros cuadrados divididos en seis plantas, merece la pena.
Otro de los monumentos icónicos de la capital de Estados Unidos es este imponente edificio neoclásico y su gran cúpula, convertidos en todo un símbolo del país. El edificio alberga las dos cámaras del Congreso de los Estados Unidos y una de las cosas que hacer en Washington en visitar parte de las instalaciones en un tour guiado. También es interesante disfrutar de su reflejo en el pequeño lago artificial próximo, conocido como Capitol Reflecting Pool, eso sí, hay que reservar entrada.
Aunque si hablamos de memoriales icónicos, el obelisco en honor al presidente Washington también debe estar en tu lista de cosas que ver. Hasta la construcción de la Torre Eiffel en 1889 fue el edificio más alto del mundo con sus 170 metros de altura. De hecho, la gran pantalla lo ha retratado en múltiples ocasiones con sus 50 banderas y su impresionante mármol.
Perderse en el National Mall es, sin duda, una de las cosas que hacer más recomendables pero, al margen de este paseo de unos cuatro kilómetros, salpicado de imponentes construcciones, monumentos y jardines, la ciudad tiene mucho que ofrecer. Los Museos Smithsonianos, por ejemplo, pondrán a tu disposición un sinfín de alternativas desde museos (como el museo Nacional de Historia Natural, el Museo Nacional de Historia Estadounidense o la Galería Nacional de Retratos) y centros de investigación ¡hasta un zoo!
El Cementerio de Arlington, donde descansan los soldados americanos de las diferentes guerras y se alzan memoriales por diferentes causas; Chinatown y el Teatro Ford o el barrio de Georgetown completan parte de los atractivos de un viaje a Washington DC. ¿Te apuntas?
Traza el itinerario, prepara la maleta y no olvides contratar tu seguro de viaje a Estados Unidos, tres ‘imprescindibles’ para disfrutar de todo lo que la capital estadounidense tiene que ofrecer ¡sin sorpresas!