Como sabes, el nombre de Mónaco siempre aparece ligado al lujo, el glamour y la exclusividad. Sin embargo, cualquiera puede disfrutar de este pequeño país mediterráneo sin necesidad de ser famoso o derrochar dinero en su famoso casino.
Por ello, en este artículo vamos a contarte qué puedes ver en Mónaco en uno o dos días para aprovechar al máximo tus vacaciones.
El Principado de Mónaco es un minúsculo país (el segundo más pequeño del mundo, después del Vaticano) situado al borde del Mediterráneo, en plena Costa Azul francesa. De hecho, está encajado entre las últimas estribaciones de los Alpes y el Mar Mediterráneo.
Cuando pensamos en Mónaco, lo primero que suele venirnos a la cabeza es la familia real, Grace Kelly, el casino de Monte - Carlo o el circuito de Fórmula 1. Sin embargo, esta pequeña ciudad - estado tiene mucho más que ofrecer, como veremos a continuación.
La forma más fácil y rápida para llegar a Mónaco es a través del aeropuerto de Niza, en Francia, que tiene conexión con cerca de noventa países de todo el mundo.
Desde Niza, te será muy cómodo acercarte hasta Mónaco en coche, autobús o tren (en un trayecto de tan solo 25 minutos). Si quieres llegar en coche, ten en cuenta que solo los vehículos matriculados en Mónaco y su área pueden acceder al centro. De lo contrario, tendrás que dejar el coche en el Parking des Pêcheurs.
Por supuesto, recuerda que el alojamiento en Mónaco es limitado y, generalmente, muy caro. Por ello, puede ser una buena opción que te hospedes en Niza u otra ciudad cercana, lo que te resultará mucho más barato e igualmente cómodo.
Por último, recuerda contratar un buen seguro de viaje que te cubra frente a cualquier imprevisto. Es un trámite rápido y muy asequible pero que puede evitarte más de un disgusto durante tus vacaciones.
Aunque Mónaco sea pequeño y muchas veces se piense que no tiene demasiados atractivos más allá del turismo de lujo, lo cierto es que tiene bastante que ofrecer a un viajero curioso. A continuación te damos algunas ideas para organizar tu próxima visita a este mítico rincón del Mediterráneo:
Sin duda, esta es una de las paradas obligadas en Mónaco. Además de visitar sus estancias, te recomendamos que no te pierdas el cambio de guardia que se produce en la explanada del palacio todos los días a las 11:55 horas.
Solo por su magnífica arquitectura y su ubicación privilegiada (enclavado en pleno acantilado al borde del mar), este museo bien merece una visita. Además, si eres aficionado al mundo marino, su rica colección no va a dejarte indiferente. El Museo Naval y el Museo de Antropología son también dos galerías interesantes si dispones de un poco más de tiempo en la ciudad.
Aunque no sea lo más conocido, este pequeño país del Mediterráneo también esconde rincones verdes en los que podrás pasear y relajarte. El exuberante Jardín Exótico de Mónaco, en la parte alta, el Jardín Japonés o la Rosaleda de la Princesa Gracia son solo algunos de los lugares donde la naturaleza te permitirá desconectar del ajetreo de la ciudad (además de las célebres playas monegascas).
Que puedes visitar en Mónaco son el Palacio de Justicia, Fort Antoine, la colección de automóviles del Príncipe de Mónaco y, por supuesto, recorrer el circuito urbano de Fórmula 1 más famoso del mundo.
Como has visto, no te faltarán cosas que ver en Mónaco. Más allá del tópico y sin necesidad de gastar una fortuna, esta pequeña ciudad tiene mucho que ofrecer a cualquier viajero. ¿Te animas a descubrirla?