Da igual si estás pensando en viajar solo o viajar con gente y ¿sabes por qué? Pues porque, sea cual sea el escenario o el tipo de vacaciones que estés dispuesto a disfrutar, emprender un viaje es la mejor manera de dar respuesta a la cuestión de qué es la felicidad. Aunque pueda sonarte a tópico, lo cierto es que, poner tierra de por medio y lanzarte a la aventura (en mayor o menor grado) tiene innumerables beneficios para la salud. ¿Has oído aquello de ‘mens sana in corpore sano’? Pues eso.
No es sólo que te permita acercarte a otras culturas o descubrir otros lugares, gentes, idiomas e incluso a ti mismo. Es que viajar es vivir y, además, es una fórmula tan buena como cualquier otra para ser feliz. Viajar por el mundo te abre la puerta a un sinfín de experiencias enriquecedoras que, en definitiva, no son sino momentos que te acompañarán durante el resto de tu vida. De hecho, los mejores viajes no tienen por qué ser los más caros, ni siquiera los que te lleven a miles de kilómetros. Los mejores viajes serán aquellos que te aporten algo, los que recordarás por siempre ya sea por la compañía, el escenario o aquello que despertaron en ti.
La felicidad es mucho más que un estado de ánimo, es una filosofía, una actitud ante la vida y, cómo no, uno de los motivos para viajar más populares. En un viaje experimentas, evolucionas, creces.., pero además te evades de la rutina diaria, propiciando así que cuerpo y mente alcancen el equilibrio perfecto. A priori, estos son algunos de los principales beneficios de viajar pero no son los únicos.
La experiencia del viaje te mantiene activo, te hace despertar del letargo en el que termina por sumirnos el día a día, permitiéndote liberar tensiones y combatir el estrés. Como medicina contra la rutina tiene un efecto directo sobre la felicidad y es que es, anímicamente, es uno de los recursos más efectivos en la batalla contra la tristeza o la ansiedad. Algunos estudios indican, además, que entre los beneficios de viajar para la salud se encuentra la reducción del riesgo de sufrir ataques al corazón, algo que parece bastante lógico si tenemos en cuenta que contribuye a acabar con el sedentarismo, combate el estrés y nos sentimos especialmente felices cuando atisbamos en el horizonte la perspectiva de unas buenas vacaciones.
¿Necesitas más motivos para saber por qué viajar? Ahí va un bonus track. Como decíamos, los mejores viajes son aquellos que, por un motivo u otro, no se olvidan y es que, dado que viajar es vivir, el crecimiento personal que te proporciona el hecho de conocer nuevas culturas, gentes y destinos es motivo más que suficiente para lanzarte a la aventura.
Vistos algunos de los beneficios de viajar por el mundo, no está de más poner en valor algunas recomendaciones que te serán de gran utilidad tanto si estás decidido a viajar solo como si planeas un viaje en familia o con amigos. Aunque cada escenario tiene ciertos matices, en líneas generales, existe un amplio catálogo de consejos para viajar aptos para cualquier situación. ¿Tienes papel y lápiz? Toma nota:
- Destinos para viajar: Cualquier lugar que elijas puede reportarte momentos únicos. Ya hemos dejado claro que viajar es vivir y, puestos a preparar las vacaciones, sea cuál sea el destino te ofrecerá un escenario lleno de matices. El camino que emprendas desde el mismo momento en que te decidas a viajar será tu primera oportunidad para ser feliz.
- Trucos para ser feliz: Disfrutar cada detalle de tu viaje es uno de los mejores trucos para ser feliz. Desde contemplar una puesta de sol a esperar el turno para entrar a unas ruinas romanas o charlar con tu compañero de habitación en un hostel cada situación puede ofrecerte algo especial. Mira más allá de lo que ves y descubre el universo de matices que viajar solo o acompañado te brinde.
- Organización: Hay quienes prefieren sorprenderse dejando los pormenores de su viaje a la improvisación y, aunque el componente aventurero sea muy seductor, algunas cuestiones conviene tenerlas planeadas con tiempo. En función de tus motivos para viajar, márcate un calendario y unos objetivos, infórmate del destino en cuestión y asegúrate de llevar en la maleta todo lo necesario para que un imprevisto no arruine tus vacaciones.
Ahora ya tienes un poco más claro por qué viajar es bueno para la salud así que ¿cuándo empiezas tu terapia?