Los balnearios, las termas o los spas se han asociado siempre a la salud, el descanso y la relajación. Sin duda, son lugares perfectos para que puedas desconectar del día a día y volver con energía a tu rutina diaria.
En este artículo te descubrimos los cinco baños termales más famosos de Europa y te animamos a incluirlos en tus próximos planes de viaje. Seguro que no te arrepentirás.
La tradición de los baños termales de Budapest se remonta a muchos siglos atrás. Sin embargo, a diferencia de otros lugares, aquí el hábito se mantiene más vivo que nunca.
Y, si tenemos que elegir un solo balneario, sin duda los baños Széchenyi son nuestros preferidos. Sus 21 piscinas y su espectacular arquitectura neobarroca lo convierten en un lugar de culto para cualquier entusiasta de los balnearios. No en vano son los mayores baños termales medicinales de Europa.
Así, por unos 15 o 20 euros podrás disfrutar de una experiencia realmente inolvidable en un entorno fascinante.
Además, aprovechando tu visita a Budapest, no dudes en acercarte también a conocer los famosísimos Baños Gellért. Seguro que habrás visto su espectacular piscina interior en el cine o en televisión. Eso sí, las entradas son bastante caras.
Y de una arquitectura espectacular pasamos a la naturaleza en estado puro. Como sabes,
Islandia es
sinónimo de géiseres y aguas termales, que recorren el subsuelo de todo el país y brotan en cientos de lugares fascinantes.
Bath tiene una tradición termal que se remonta al menos a la época romana, dando origen al propio nombre de la ciudad.
Desde luego, no puedes dejar de visitar las históricas termas romanas. Pero, para disfrutar de un día de relax en un entorno moderno y de lujo, Thermae Bath Spa es el lugar ideal. ¡No te pierdas las espectaculares vistas de la ciudad desde la piscina de la terraza!
Estas fantásticas piscinas naturales de aguas sulfurosas y termales se encuentran en plena Toscana italiana. Su origen está en un pequeño río, el Gorello, que nace en el entorno del antiguo volcán del Monte Amiata.
De hecho, estas preciosas piscinas escalonadas, situadas al lado de un antiguo molino de piedra, son solo un ejemplo de las muchas aguas termales que puedes encontrar en la Toscana.
Sin duda, es un entorno de lujo para disfrutar de un cálido baño en cualquier época del año.
Pamukkale, que significa “castillo de algodón” en turco, da nombre a un espectacular entorno de piscinas naturales a los pies de la antigua ciudad romana de Hierápolis. Así, el agua rica en calcio que se desliza por la colina, ha acabado construyendo, con el paso de los siglos, estas increíbles piscinas cuyas formas y color recuerdan a los del algodón.
Hoy en día, todo este conjunto ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y recibe a miles de turistas cada año. Así, además de poder bañarte en estas piscinas termales de piedra calcárea, te recomendamos recorrer las fascinantes ruinas de Hierápolis.
Ahora que ya conoces los 5 baños termales más famosos de Europa, ¿cuál te gustaría visitar en tu próximo viaje?