La ópera es una de las grandes tradiciones escénicas del mundo y sus representaciones se suelen hacer en grandes teatros donde puedan albergarse tanto a la representación escénica como la orquesta que interpreta las partituras de la obra en cuestión. Estos grandes teatros han sido, en muchas ocasiones, concebidos específicamente para representar este tipo de espectáculos dirigidos, en su época, para las grandes élites urbanas. Esto ha supuesto que los grandes palacios operísticos sean auténticas joyas artísticas, algunos de ellos llegando a ser incluidos por la UNESCO dentro de las listas de Patrimonio de la Humanidad. Repasamos 5 de los más importantes de todo el mundo.
Cinco templos de la ópera mundial
París: Ópera Garnier
Es uno de los templos de la lírica por antonomasia. Su edificio neobarroco proyectado por el arquitecto Charles Garnier hace gala de una gran ostentación arquitectónica. Su fachada repleta de elementos decorativos de carácter escultórico o arquitectónico como relieves o pilares se ven remataos con dos grandes esculturas doradas en la parte superior. En el interior, grandes frescos, lámparas de araña y todo tipo de lujosos ornamentos dotan de gran opulencia este magnífico edificio. En el patio de butacas destaca la cúpula pintada por Marc Chagall. A pesar de que en 1989 la Compañía de la Ópera trasladó su sede oficial a la Ópera de la Bastilla, el Palacio Garnier sigue albergando la Academia Nacional de Música y continúa siendo conocido como la Ópera de París.
Milán: Teatro alla Scala
Este archiconocido destino operístico ha sufrido múltiples transformaciones a lo largo de la historia. Situado en la ubicación de una antigua iglesia, originalmente era un edificio de corte neoclásico inaugurado en 1778, sin embargo, ya a principios del siglo XX, fue rediseñado y tras la II Guerra Mundial, durante la cual sufrió serios daños, volvió a ser reformado. Ya en 2002 volvió a cerrar sus puertas hasta 2004, periodo en que se realizó la última reforma que, eso sí, sigue guardando el aspecto neoclásico. Con sus 6 plantas y su platea alberga un aforo para 2.800 personas.
Viena: Wiener Staatsoper
Uno no puede, ni debe, ir a Viena y no asistir a la ópera. Los precios de muchas de las representaciones de la Ópera Estatal de la capital austríaca están adaptados para todos los bolsillos, lo que permite que todo el mundo pueda asistir a este espectáculo que antiguamente estaba reservado para las élites. El edificio neorrenacentista que lo alberga es, sin duda, uno de los más importantes del mundo en este ámbito. Al igual que el en el caso de la Scala, éste sufrió graves daños por los bombardeos de la II Guerra Mundial, tras los cuales se salvaron solamente la fachada principal, el vestíbulo y la gran escalera. Tras el desastre se acometieron los trabajos de rehabilitación que, a pesar de realizar adaptaciones más contemporáneas, mantuvo el estilo tradicional de este tipo de edificios y se limitó a restaurar los elementos que permanecían en pie.
New York: Metropolitan Opera House
Una gran ciudad como Nueva York tenía que tener una ópera a su medida y esta es la Ópera Metropolitana. Si bien el edificio no es tan singular como los anteriores, hay que destacar que tiene el mayor auditorio de este te tipo del mundo, por no hablar de que es uno de los más modernos en lo que a tecnología se refiere. Pesar de su modernidad, respeta la gama cromática del rojo y dorado en su patio de butacas y mantiene el hall como lugar noble donde los asiduos van a ver y dejarse ver. En este hall podemos apreciar dos grandes murales pintados por el artista judío Marc Chagall, el mismo que pintó los de la cúpula del patio de butacas del Palacio Garnier.
Sídney: Sydney Opera House
Este magnífico edificio de estilo expresionista se encuentra situado a orillas del mar en la bahía de Sídney. Su espectacular cubierta blanca que parecen grandes velas de barco es su mayor seña de identidad y han convertido a este edificio en uno de los símbolos más reconocidos del país a nivel internacional. Actualmente, estas grandes velas son utilizadas como pantallas sobre las que realizar proyecciones de vídeo mapping 3D durante el Lighting The Sails, el festival de luces más grande del mundo. Fue inaugurado en 1973 por la reina Isabel II y declarado Patrimonio de la Humanidad en 2007. Es el más moderno de todos los edificios de esta lista.
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