Una de los principales logros de las compras por internet tiene que ver con la inmediatez. Sin salir de casa y en apenas unos minutos puedes adquirir cualquier producto que desees. Sin colas, sin esperas y sin tener que desplazarte a una tienda física en algún lugar remoto. Por otro lado, las tiendas online suelen cumplir escrupulosamente los plazos de entrega establecidos y, en caso contrario, siempre puedes interponer la correspondiente reclamación online.
Otra de las virtudes de las tiendas online es su horario ¡abren 24 horas al día 365 días al año! El sueño de cualquier consumidor empedernido o, sencillamente, de todo aquel que ha de hacer encaje de bolillos cada vez que tiene que ir a comprar. Además, el ecosistema de la red abre un universo de posibilidades y ofertas que, eso sí, conviene revisar con cautela para no tener que enfrentarse a la devolución del producto en cuestión.
Las formas de pago suelen despertar ciertos recelos a la hora de realizar compras electrónicas. Sin embargo, rara vez hay incidencias en este capítulo y, en caso de haberlas, generalmente están vinculadas a costes adicionales por el método elegido o cargos de servicios no contratados expresamente.
Al margen de los métodos habituales de correo electrónico o chat en vivo, muchas tiendas online ofrecen a sus clientes la posibilidad de hacer un seguimiento exhaustivo de su compra. ¿El motivo? Sencillo, mejorar la experiencia de compra del cliente que, por otro lado, se enfrentará al hecho de no poder chequear el producto hasta que llegue a su hogar.